Monday, July 03, 2006
Awabi de Kan Takahama
A veces más de dos. A veces menos.
Awabi de Kan Takahama es un compendio de seis bellos relatos sobre estos desajustes. Relaciones en las que falta uno, relaciones en las que sobra otro: las historias de amor nunca son historias de dos.
O dicho de otra manera, más dramática y más esclarecedora: en las historias de amor, sólo al final quedan dos. En una relación, dos son los que quedan cuando todos los demás se han ido. Dos es la conclusión, dos es la abdicación, dos es la renuncia.
Pero a veces esta renuncia se hace insoportable, claustrofóbica, angustiante.
Esta es la angustia que nos narra Takahama a lo largo de los seis relatos. Una angustia insoportable que finalmente estalla, explota y reclama que aquellos que se han dejado atrás emerjan de nuevo.
Terceras personas que irrumpen y configuran extraños triángulos amorosos; amores olvidados que se recuerdan de repente y que nos hacen buscarlos de nuevo; extraños que llegan y desvelan la trágica inestabilidad y fragilidad de una pareja que se rompe.
Hermoso punto: la inestabilidad de las relaciones. Amigos que, de pronto, se miran a los ojos como amantes; amores que, lentamente, se desvanecen y se alejan; ese momento a partir del cual se hace imposible volver a decir “te quiero”; ese momento en el que la voz se desgarra al decir “hasta mañana”.
“Hasta mañana”. A partir de cierto momento las palabras ya no pueden significar lo mismo; y Takahama recoge esos momentos de manera brillante. Momentos que se delatan en la mirada, momentos que se sufren entre lágrimas, momentos que se celebran con los labios.
Eso explicaría el formato de los encuadres de la japonesa. Primeros planos reveladores: sonrisas forzadas a veces, dientes que se aprietan con entereza, suspiros solapados, desmayos insalvables.
Y al fondo, el mundo, desdibujado, lejano, desenfocado, en una genial utilización de la profundidad de campo por parte de Takahama.
La pareja es lo que queda cuando todos los demás se han ido. La pareja es lo que queda cuando todo lo demás se ha dejado atrás.
Atrás, esperando el zoom que lo arrastre de nuevo hasta nosotros.
No se si el final son dos y el principio son tres, o cuatro o todos. Me gustaria pensar que el fin deseado siempre sera dos, que tres mas cuatro siempre sera dos (aunque sea en varios distintos conjuntos). Que al final siempre sere dos, aunque sea tras varias distintas parejas.
Un saludo
Un abrazo.
Ya había revisaado tu blog, y ahora que ahondo más su lectura, me resulta más que grato.
Me contenta leerlo y apreciar sus ilustraciones.
Nos vemos.
<< Home