Wednesday, April 30, 2008

 

Los superhéroes son judíos

Para evitar ser lanzado al Nilo, a causa de una orden de Ramsés II, Joquebed abandonó en una pequeña cesta a su hijo. Éste fue encontrado por la hija del Faraón egipcio y llamado Moisés, el rescatado. También Kal-El fue lanzado a la tierra a bordo de una nave desde Krypton por su padre para salvarle, antes de la desintegración del planeta; al aterrizar en Smallville, será acogido por Jonathan y Martha Kent.

El pequeño Moisés, crecerá y poco a poco descubrirá sus verdaderos orígenes; su Misión le será revelada por un ángel divino en el monte Horeb: liberar a su pueblo de la esclavitud. Por su parte, Kal-El también irá descubriendo poco a poco sus poderes, habilidades y su verdadero origen. Y sobretodo descubrirá su misión: defender la justicia y la verdad en la Tierra.

Las similitudes estructurales entre el relato de Moisés y el de Superman son muy variadas. Lo mismo se puede decir de las similitudes entre los grandes héroes judíos y los Superhéroes.

Hoy me gustaría destacar una que me parece especialmente relevante: las debilidades que todos estos grandes héroes comparten.

Los grandes héroes judíos tienen grandes debilidades. Tomemos a Moisés, a David… todos tienen defectos: unos son mujeriegos, otros iracundos, a otros les tiembla la fe…

Superman también las tiene: su principal debilidad es la kriptonita, mineral lanzado al espacio cuando la explosión de Kripton. Es interesante ver cómo los cristales de Kryptonita son inofensivos para los humanos pero letales para Superman. Desde este punto de vista la Kriptonita no es sólo lo que hace débil a Superman: es la debilidad que le hace único y diferente al resto de los hombres. Es su debilidad lo que le define y le caracteriza. Por eso la debilidad no es sólo un rasgo, un atributo: la debilidad juega un papel fundamental en la narración. Es determinante y condiciona al personaje.

Pero a pesar de esa debilidad, Kent sigue siendo un Superhéroe. Es más, diría que es un superhéroe precisamente por tener esa debilidad. Sin debilidad no hay heroicidad. Sin debilidad sólo hay dioses.

Esas mismas debilidades las encontramos en otros superhéroes. Pienso en Green Lantern y la madera; en Aquaman que sólo puede pasar una hora fuera del agua; en Martian Manhunter y su vulnerabilidad al fuego…

Aquí entramos en un punto interesante: parecería que la debilidad no es sólo una limitación o un defecto, sino que es la esencia misma del superhéroe.

¿Por qué ocurre eso?

Es cierto que a efectos narrativos, la debilidad permite prolongar las sagas, dilatar los desenlaces, posponer triunfos y derrotas. Sin debilidad no hay suspense ni tensión, sólo victoria.

Pero al margen de su función narrativa, pienso que la debilidad de los Superhéroes cumple la misma función que las debilidades de los grandes héroes judíos: la debilidad está presente y se destaca precisamente porque la debilidad humaniza. Pienso que la debilidad representa las miserias y los complejos del hombre: en definitiva, representa la parte humana de los Superhéroes.

Ese es un punto importante pero creo que hay otro más importante todavía; y más delicado.

Mantengo la teoría de que la debilidad del héroe (tanto de los héroes judíos como de los Superhéroes) es la manifestación explícita de una determinada ética de la responsabilidad: una ética fundamentalmente judía, que difiere radicalmente de la cristiana.

Recurriré a un ejemplo conocido por todos para ilustrar a lo que me refiero cuando hablo de esta Ética de la responsabilidad.

Después de vagar por el desierto, Moisés nunca llegó a entrar en la Tierra Prometida. La explicación la encontramos en Números 20: 12, donde el Eterno increpa a Moisés y a Aarón: “Por cuanto no creísteis en Mí, para tratarme como santo ante los ojos de los Hijos de Israel, por eso vosotros no introduciréis esta congregación en la tierra que les he dado”.
Moisés y Aarón no alcanzan la Tierra Prometida por su incredulidad, por dudar, por ser débiles: fueron castigados por SU actitud.

Sin embargo, en el Nuevo Testamento, vemos que Jesús es crucificado por la debilidad de los demás, no por la suya propia. Su muerte sirve par redimir a los hombres no para redimirse a sí mismo. Jesús no tiene ninguna debilidad.

Así, mientras Jesús cae por las debilidades de los hombres, el patriarca Moisés cae por la suya propia: esa es la ética de la responsabilidad a la que me refiero. Y esta es la ética que encontramos entre los Superhéroes. La debilidad de los Superhéroes, igual que la de los héroes judíos, les limita, visualiza su imperfección; es aquello que les impide ser perfectos y aquello por lo que pueden caer en la batalla.

La debilidad del Superhéroe le humaniza y le hace responsable de sus actos. Sin debilidad no hace falta responsabilidad. Sólo somos responsables de lo que no sabemos hacer bien, de nuestros fracasos y de nuestras miserias. De nuestras victorias y grandezas nunca nadie nos pedirá cuentas.

“Un gran poder comporta una gran responsabilidad” le dice Ben Parker a Spiderman. Yo añadiría que una gran debilidad también comporta una gran responsabilidad: la responsabilidad de reconocerla, sobrellevarla y corregirla.

Es la debilidad la que nos hace humanos y es la debilidad la que nos empuja a mejorar.

Sin debilidades no seríamos lo que somos, ni los héroes serían Superhéroes: serían Dioses.


Este texto lo escribí hace ya un tiempo en Zona Negativa. Os adjunto el link porque los comentarios fueron generosos y aportaron ideas muy interesantes.

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