Friday, August 25, 2006

 

Apuntes para una historia de guerra, de Gipi

A veces las guerras se localizan en un pequeño punto, en un país, en una ciudad, en un barrio. Otras veces crecen y se expanden, como una mancha de aceite.

Algunas veces las guerras se alejan o retroceden; otras avanzan y acechan. A veces es nuestra guerra; a veces es la de otros.

“¿Cómo de cerca te tienen que explotar las bombas para que digas que una guerra es tuya?”, pregunta Killercito.

En su movimiento macabro, cuando la guerra parece remitir, no hace sino replegarse para desplegarse en otro punto. Las guerras se regeneran, se reproducen como un virus, se replican.

Hoy aquí, ¿mañana dónde? Las guerras, como la muerte, son nómadas.

¿Cómo explicar los viajes de la guerra? ¿Cómo explicar su baile, su deriva, su zozobra?

La guerra es un viajero nauseabundo y putrefacto. Durante sus viajes incansables, llama y golpea las puertas. Hay quienes la repudian y la desprecian. Pero también hay locos hospitalarios que la acogen y la alimentan. Escoria desalmada, mercenarios del delirio, desgraciados a sueldo.

El magistral Apuntes para una historia de guerra de Gipi es un crudo y conmovedor relato sobre aquellos que acogen a la guerra, viven de ella y la acompañan en su peregrinaje fúnebre.

Los colaboradores de la guerra prosperan y se enriquecen con ella. Negocio repugnante, la guerra seduce porque recompensa. La guerra siempre es agradecida y generosa con los miserables. Vividores, gentuza. Traficantes de sentimientos, embaucadores y aventureros.

“Todo lo que tengo se lo debo a esta bendita guerra”, confiesa Félix.

Luego están los demás. Las víctimas. Los rehenes.

Apuntes para una historia de guerra. Tres chicos, Killercito, Christian y Giuliano. Tres mundos diferentes. Pero los tres se embarcan en la aventura de la guerra porque entienden que colaborar con la guerra es la única manera de huir de ella. Es el único modo de estar a salvo en un universo que se resquebraja. Trágica paradoja: la guerra como refugio. Quizá sea como un huracán del que sólo se está a salvo en el epicentro mientras la periferia estalla y se derrumba en una explosión ensordecedora.

Existe pues una sociología de la guerra; una sociología de la barbarie. La guerra no es un espacio vacío. Al contrario, contiene materia. La guerra es densa. Está llena de fracasos, ansias, frustraciones, esperanzas, mentiras. No hace falta estar loco para ser un asesino. Para Killercito, Christian y Giuliano, la guerra es la única alternativa para no separarse, para permanecer juntos. Juntos. Su civilización, su manera de ver y de comprender el mundo la construye y la define la guerra. Para ellos, la paz es la barbarie.

¿Cómo escapar entonces? Cuando las bombas caen tan cerca, ¿hay escapatoria?

Giuliano sueña que sí. Existe una salida aunque ésta signifique dejar atrás a los suyos, a sus compañeros. Desertar de la guerra supone también, y principalmente, desertar de su grupo, de su civilización. Supone dejar atrás su mundo y emprender un viaje por el desierto inóspito y deshabitado.

Giuliano sabe que toda deserción es a la vez destierro.


Comments:
Yo creo, en cambio, que la guerra es estática. Siempre está en el mismo sitio: anidada en el corazón de cada uno. Y por eso es diferente: en unos es por odio, en otros por avaricia... en todos por miedo. Lo que si viaja por ciclos, a través del mundo, es la inestabilidad social que despierta la "mala sangre" y reaviva su amenaza.
Me alegro de su vuelta. Un saludo.
 
Qué bien tenerlo de vuelta. Lástima que no haya leído todavía esta obra (sí, voy muy atrasado en mis lecturas) y no pueda intervenir. A ver si me doy prisa y aparezco de nuevo antes de otro post :)
 
Pues es un comic excelente. Yo me pondría al día :)
 
Un post muy apropiado para los tiempos que corren. Sin duda me haré con él en mi próxima visita a una tienda de tebeos. ¡Qué bien tener de vuelta al lector de comics y sus reflexivos posts!

Por cierto, el otro día me acordé de usted leyendo a su paisano Gallardo. No estaría mal que algún día rindiese homenaje al comix underground de su tierra en un post. Aunque fuese pequeño.
 
No había leído nada de Gipi hasta ahora y no tenía muy claro que me fuera a gustar. Pero me sorprendió muy, muy gratamente. Gran tebeo y gran reseña.
Y después de leer sus otras reseñas sobre este autor, me apetece muchísimo leer Los Inocentes.
Un saludo
 
Los Inocentes es una maravilla. Parece menos ambicioso que otros comics de Gipi pero es muy rico y los personajes están extraordinariamente perfilados. De lo mejor que he leído, sin duda. Espero que le guste.
 
Para mí, ésta no es una historia tanto sobre la guerra, como sobre el sentido de la amistad, la familia, y esos vínculos de amor-odio. Me da la sensación de que la guerra es el recurso que ha recreado Gipi para despejar el entorno y que se perfilen mejor los caracteres de cada personaje:
La necesidad de Killercito de ser el líder y tener un padre que se sienta orgulloso de él. La de Christian por tener un hogar. Y la de Giuliano por demostrar que es un igual, por sí mismo, y no por las comodidades de su familia, a pesar de que siente diferente a todos.
La deserción no es de Giuliano. No es él quien les deja atrás, sino sus amigos quienes se adelantan y van demasiado lejos. No está desertando de su civilización, ya que nada tiene que ver su mundo con el de sus amigos. En todo caso, un salto a la madurez. La renuncia a la ilusión de tratar de mantener una amistad a costa de su forma de ser, en un momento en que la distancia física vino a confirmar la distancia de caracteres.
 
Tambien tiene sentido lo que dices Mikel. Es una aproximación diferente. Tú enfatizas más los personajes y su psicología y yo me he orientado más a una lectura sociológica. Supongo que las grandes obras soportan múltiples lecturas: una lectura psicológica, una antropológica, una semántica, una sociológica, una histórica... Hay muchas maneras de aproximarse... tantas como disciplinas. Tu lectura me parece muy pertinente. De hecho ahonda en lo que apuntaba en el post cuando decía que "la guerra no es un espacio vacío. Al contrario, contiene materia. La guerra es densa. Está llena de fracasos, ansias, frustraciones, esperanzas, mentiras. No hace falta estar loco para ser un asesino". Es cierto que me he referido poco al perfil de los personajes. Tú avanzas en esta línea y completas la interpretación. Una única lectura no agota la obra. Celebro verte por aquí. Supongo que ya estás por Bilbao. Un saludo!!
 
Hola, Jordi.
Aún me queda una semana en Madrid antes del traslado, y estoy aprovechando para, entre otras cosas, conseguir algunos libros.

Por cierto, en la charla que rodeó la compra del cómic me dijeron -y quizás lo sepáis ya-, que el año que viene traerán a Gipi a "espacio sins entido".
Será una buena oportunidad, sin duda, para comentar algunas de esas lecturas de su obra.

Un Saludo!
 
Gipi ha sido uno de los grandes descubrimientos que me ha deparado el 2006. Apenas terminé con APUNTES... me precipité rápido a mi librería para buscar LOS INOCENTES y lo devoré con igual fruición. Es un narrador de raza, con esos personajes tan asombrosamente cercanos, sus historias transmiten una perturbadora sensación de realidad, de cosa vivida, real...
 
Hola. Desconocía sobre este cómicy sus autor.
La guerra es un inmenso campo de granadas y dinamita emocionales.
Es un post bastante motovador, el tuyo: encuentras las palabras y formas las imágenes sugerentes, azuzadoras, precisas.

Gracias muchas.
 
Hola. Desconocía sobre este cómicy sus autor.
La guerra es un inmenso campo de granadas y dinamita emocionales.
Es un post bastante motovador, el tuyo: encuentras las palabras y formas las imágenes sugerentes, azuzadoras, precisas.

Gracias muchas.
 
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