Monday, January 09, 2006

 

Asterix, Tintin y Maison Ikkoku


En la anterior reseña comparaba dos obras de Tezuka (Adolf y MW) y me refería a una estructura narrativa llamada “esquema iterativo”. He recibido un par de mails preguntándome en qué consiste este esquema.

Pues bien, el esquema iterativo se da cuando en un relato seriado, el final de un capítulo no condiciona el inicio del siguiente. Por ejemplo, pensemos en Asterix o en Tintin. Cada aventura empieza sin tener en cuenta la aventura anterior. De hecho, es como si cada aventura fuese la primera. Es cierto que algunos personajes se van incorporando al repertorio de actores pero su papel nunca es lo suficientemente relevante como para que se modifique la estructura de la trama, ni para que impida que cada aventura sea siempre la misma. El elemento importante y definitorio es que nada de lo que ocurra en una aventura condicionará la aventura siguiente.

En este sentido el esquema es el que manda. La única justificación de la saga es la repetición del esquema con las gratificaciones psicológicas que esto conlleva para el lector.

Pensemos en las series de televisión Batman o Colombo; no importa quién es el criminal, sus motivos, su perfil… El criminal, el mal, sólo existe para que se despliegue la resolución del capítulo: Batman escapa y Colombo resuelve el enigma. Siempre lo mismo.
Y lo que es más importante: nada queda de lo que ha pasado. Al final, Asterix organiza un gran banquete para celebrar el éxito, para celebrar que no ha pasado nada, para celebrar que volvemos al punto original. Al inicio. En la siguiente aventura, nada de lo que ha pasado se recuerda. Porque a nivel narrativo no ha “pasado” nada. Sólo ocurren cosas que permiten que se actualice la estructura iterativa.

Pero insisto: no “pasa” nada porque nada se deja detrás. Siempre los mismos encuentros narrativos y siempre la misma ausencia de pasado.

Pero no sólo la estructura se puede llamar iterativa. También los personajes lo son. Pensemos en los personajes de Bruguera. Zipi y Zape por ejemplo. Son personajes iterativos desde el momento en que se mantienen estables a lo largo de todas las aventuras; no aprenden, no adquieren nuevas competencias: no tienen memoria. Cada aventura opera como un dato, como un hito independiente: no existe acumulación, no existe Historia tal como la modernidad define este concepto. De hecho no pasa el tiempo, porque nada se deja atrás.

Conviene diferenciar el esquema iterativo del esquema circular. Tomemos Maison Ikkoku de Rumiko Takahashi. Al final de cada tomo es cierto que observamos que no ha pasado nada, en el sentido de que no estamos más cerca de la resolución de la relación entre Godai y Kyôko. Nunca hay avances, sólo la aparición de constantes obstáculos. Pero eso es muy importante: son obstáculos, frenos, elementos que retrasan o aplazan el desenlace. Ese es otro elemento de gratificación del lector: saber que tras esas resistencias al desenlace, éste llegará. Sólo hay que esperar 10 tomos. La historia tiene un fin y todas las tribulaciones de Godoy se verán recompensadas.

En el esquema iterativo hablábamos de la ausencia de “Historia”. Ahora nos encontramos con la "Historia" en su sentido pleno: la "Historia" como sucesión de acontecimientos que conducen dialécticamente a una etapa superior de conciliación y de resolución de las tensiones y contradicciones. Es decir, la "Historia" como signo, como sentido y como significado.

Comments:
Es sorprendente lo de Maison Ikkoku. Divertida hasta lo indecible y con apenas puntos muertos en su desarrollo, quizás un ligero bajón por el tomo cuarto. Para mí este tebeo es literatura japonesa mucho más emocionante que la novela Tokio Blues, que bien que nos han dado el tostón durante todo el año con ella.
 
No puedo estar más de acuerdo. El tomo cuarto es el más lento y plano de la serie. Además contiene ese capítulo final "Ikkoku Crusoe" que no tiene ni pies ni cabeza.
 
Ese capitulo final sin nexo con la historia principal lo veo como uno de esos OVAS de los animes que presentan historias alternativas a la trama de la serie. Creo que en Kimagure Orange Road y en Ranma 1/2 también había un "especial" vacacional, que poco o nada tenia que ver con la historia y también de temática playera. Quizás solo sea una escusa para sacar chicas en bikini y vender más ejemplares, como los especiales de trajes de baño de La Patrulla-X.
 
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