Friday, June 19, 2009
Mujeres de Yoshihiro Tatsumi
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Y hay besos que se dan, que se entregan, que se ofrecen, y que, exhaustos, se rinden al deseo. Pero estos besos, a veces banales, a veces superfluos, tan alegres y ávidos, tienen memoria, tienen un pasado; un pasado que, a veces, arrastran pesadamente: un pasado oscuro, un pasado trágico.
Mujeres de Yoshihiro Tatsumi visita a través de seis maravillosos relatos, este oscuro pasado de los besos, y nos invita a reconstruir la genealogía bastarda del deseo .
Besos que inculpan, besos que reprochan, besos que chantajean, besos que agonizan. Los besos no siempre manifiestan el deseo, no siempre celebran el encuentro: los besos, a veces, anuncian el fracaso; y los orgasmos, a veces, lo culminan.
Tatsumi disecciona, con una narrativa contundente y precisa, la historia de seis fracasos, de seis desengaños, dibujando el momento en que más dramático se hace el abismo que irrumpe entre dos cuerpos: el momento del orgasmo.
En Mujeres, Tatsumi recorre seis orgasmos de hielo, orgasmos cansados y derrotados que atraviesan los cuerpos sordos, mudos y ausentes de seis mujeres. Porque es el cuerpo allí donde Tatsumi inscribe la tragedia: en los cuerpos sin eco que no retumban, que no laten.
Los orgasmos sórdidos de las Mujeres de Tatsumi, falsamente entregados, denotan así la ausencia, el vacío, la claudicación; pero esos orgasmos también se erigen en el último reducto de la dignidad, como en aquella prostituta que se niega a acostarse con el bombre que la abandonó tantos años atrás.
Porque el cuerpo recuerda, porque la piel tiene memoria y no olvida. Porque no es el cuerpo lo que más duele.
Artículo publicado anteriormente en este blog en julio de 2006